¿Alguien la puede salvar?
-No grites que es peor- Le susurro al oído
-¿Qué le van hacer? -Pregunto en la penumbra de su oscuridad
-Nada -Dijo como si estuviera recalcando cada letra de una manera sombría.
Sam se asustó
-¡No te creo!-Grito
-Me sabe a mierda-Le beso la oreja y Sam se sobresalto, le amarro las muñecas con una soga.
-¿Qué me harás?-Susurró con un hilo de voz
-¿En serio quieres saber?-Ethan se echo a reír
Sam comenzó a gritar
-Venga ya cállate, se hace tarde.
-¿Para qué?
Ethan no respondió, el corazón de Sam marchaba a mil por hora mientras él la obligaba a caminar. Su vestido marrón claro ahora era negro, podía sentir el frió del piso, lo que aun le indicaba que estaban en la cabaña. Eran las 3:30 de la madrigada, el tiempo se había pasado lento, mas lento de lo que ella alguna vez lo había sentido, se esperaba lo peor, mas sin embargo no podía imaginárselo ¿O no quería?
-¿Por qué lo hacen? -Exclamo entre dientes
-Por diversión-Su respuesta fue fría y cruel
Sam podía sentir debajo de sus pies descalzos el césped frió y húmedo, su instinto le decía que habían llegado pero ¿A donde?.
Ethan le quito la venda y Sam se paralizo al ver a Spencer junto a Brian sentados en la rama de un árbol alto, su corazón latió con furia y fervor al ver la soga atada al cuello de Spencer y salió corriendo hacía él en un esfuerzo inútil pues Brian la tomo por el cuello y la tumbo al suelo.
-Quieta zorrita
Sam gritaba y pataleaba con las pocas energías que le quedaban.
Ethan la levantó
El cielo estaba invadido de estrellas y a lo lejos podía ver una luna llena, aquella luna que fue testigo de todo lo sucedido en sus vidas, desde risas hasta lágrimas, pero este no era un momento para reír, solo podía ver los hermosos ojos grises de Spencer, esos ojos que al parecer ya no vería más.
Llena de ira, angustia y miedo no podía apartar la mirada de él, de su amado y no pudo evitar recordar aquel día que se conocieron en el muelle.
-¿Te acuerdas del trato que hicimos?-Le dijo Brian a Sam
-¡¿Cuál trato?! Yo no hice nunca un trato contigo maldito-Gritó con ira
El enorme árbol estaba a solo metros de ellos y junto al pie del árbol habían 5 personas con túnicas negras que Sam no reconocía.
-Bueno, el trato que nunca hicimos, ese mismo, queda anulado- Brian se volteó e hizo un gesto con la mano, Sam grito pero ya era demasiado tarde, una de las personas de túnica negra empujo a Spencer, Sam aparto la mirada, el sonar de su cuello roto retumbo en los oídos de Sam, las lagrimas invadían sus ojos mientras caía de rodillas abatida, le habían robado el alma de quien más amaba, no podía mirar, no era capaz de mirar pues sabia que esos ojos grises ya no le estarían devolviendo la mirada.
-Que aburrido-Dijo Brian sarcásticamente-Ethan haz lo que quieras con ella, ya no me apetece-Termino de decir y desapareció junto con las personas de túnica.
Ethan la agarro por los hombros y la tumbo al suelo, Sam gritaba y se revolcaba en el piso pero era un vago esfuerzo pues él tenía más fuerza que ella. Le arrancó la ropa interior mientras ella gritaba y trataba de escapar, pero él gano, y la violo.
Las estrellas parecían alejarse de ella y la luna se hacia más pequeña. Se sentía rota e inútil, acabada y dañada, traicionada y muerta a pesar de que seguía con vida. ¿Donde estaban todos? ¿Sus amigos? ¿Sus seres queridos? ¿Su hermana? En un abrir y cerrar de ojos todos aquellos que la rodeaban de repente habían desaparecido sin dejar rastro, sin decir adiós. Sam creyó que Spencer y ella contaban con los demás pero quedo bien claro que no era así.
Un enorme vació se apodero de ella, no tenia nada, no sentía nada, todo se lo habían quitado.
¿Quien era Samantha Benson?
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