Al siguiente día volví y ella estaba sorprendida, iba los
3 días a la semana que ella trabajaba y hablábamos de su vida, de su niñez y de cómo termino en
ese lugar, hablábamos de lo miserable que se sintió cuando su tío la violo y de
la impotencia que sentía al no poder decírselo a su madre ya que estaba 3
metros bajo tierra.
Así pasaron semanas que se volvieron meses, ansiaba la
hora de salir del trabajo solo para ir a verla, la pensaba mientras trabajaba,
mientras cocinaba, mientras me duchaba, la pensaba en cualquier momento, nunca
la había visto desnuda, no quería que ella pensara que pagaba para verla
desnuda, yo pagaba para verle el alma a través de sus ojos, pagaba para
escucharla, pagaba para quererla con mi alma aunque eso me dejara en quiebra.
Tenía que dejar salir esas 2 palabras que chocaban en mi
mente, esas 2 palabras que apenas podían definir lo que sentía por ella, que
era aún más grande que 5 letras juntas.
—Te amo
Sus ojos se iluminaron
—La vida querido mío—Suspiro—La vida no es más que un
pensamiento que lentamente se va desvaneciendo…
Baje la mirada mientras sentía la frialdad de la suya
—La regla número 1 es: “No enamorarse de un cliente” y la
he roto
Me beso por primera vez y la abrace
—Ven conmigo, vive conmigo, ama conmigo, deja este lugar,
esto no es para ti, tú no eres una mujer de una hora, tú eres una dama para
toda la vida—Le susurre al oído
Ella se apartó y negó con lágrimas en los ojos
— ¿Qué vas hacer?—Bajo la cabeza— ¿Qué vas hacer una vez
que te artes de mí? ¿Botarme de tu casa? ¿Botarme de tu corazón? ¿De tu mente?
¿De tu ser?
Me acerque a ella pero retrocedió
—Entiende—Dijo con la voz temblorosa—Que si salgo de donde
estoy viviendo no puedo volver
— ¡Es que tú no volverás allá! Ni aquí—La agarre por los
hombros—Confía en mí
— ¿Qué pasara el día que dejes de amarme?
— ¡Nada! Porque ese día nunca llegará
Luego de nuestra intensa discusión logre convencerla de
irse de ese lugar sin mirar atrás y una vez estando en la cama de mi casa le
hice el amor por primera vez, toque su alma, esa que solo lograba ver en cada
parpadeo de sus ojos.
Pasamos la noche en mi cama en donde la hice mujer por
primera vez, durmiendo juntos, eso era lo mejor que podía pedir. Tenerla a mi
lado.
A la mañana siguiente me levante de golpe y no la vi y me
asusté, salí corriendo y al llegar a la sala me impacté de lo que vi e
inmediatamente lágrimas salieron de mis ojos
— ¿Cómo pudiste hacerlo?—Le grite al cuerpo sin vida que yacía
colgando de una soga amarrada a una viga del techo
Me derrumbe en el piso frió y pude ver un papel tirado en
el piso junto a la silla volteada donde seguramente se había parado antes de
colgarse, lo abrí y decía:
El amor es igual a la locura,
por amor hacemos cualquier cosa, y he encontrado los dos, amor y locura.
Por amor enloquecí y me volví
loca de amor por ti y quiero que siempre recuerdes querido mío que la vida no
es más que un pensamiento que lentamente se va desvaneciendo.
¿Cómo diferenciamos el amor de
la locura?
¡No podemos! Porque amar es
enloquecer…
Te amo
Karen.
Tenía que admitir que hasta
muerta se veía bella.
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