Alguien nuevo por conocer.
Una vez que llegaron Sam se bajo de la camioneta y los tacones se le enterraron en la grama, dio un pequeño vistaso y noto que el lugar se caracterizaba por tener un gran bosque a lo lejos y varios arboles alrededor de la casa, su mirada se poso inmediata mente en el muelle que daba al lago literal mente corrió hasta allí nada era como lo recordaba solo aquellas aguas cristalinas, cuando llego al final del muelle se quito los zapatos y se sentó, el aire era bastante ligero y movía su hermosa melena negra, sintió el nítido contacto del agua en los dedos de los pies eran las 4 de la tarde y el sol hacia que el agua a su alrededor brillara.
-¿Es cierto que una cara bonita guarda muchos pecados y secretos?
Sam estaba tan enceguecida en aquella agua que no había notado que alguien había llegado, sin embargo no reconoció aquella voz tan peculiar.
-¿Quien eres?-Preguntó sin siquiera voltear se para ver quien era
-Por tu apariencia veo que eres bastante engreída-Dijo el chico misterioso
Sam se volvió para dirigirle una mirada agresiva cuando noto que aquel chico guardaba una gran distancia entre ellos y se oía tan cerca, la brisa alborotaba su cabello rubio, era un poco más alto que ella y musculoso llevaba una camisa negra ceñida al cuerpo que lo hacia ver bastante bien, incluso de lejos, unos Jeans azules y Converse negras, se acercaba de a poco a ella y noto unos hermosos y finos rasgos faciales.
-Y superficial.
-¡Cállate! ¿Qué sabes tú de mi? ¿Acaso me conoces?-Sam no iba a permitir que ningún niño bonito la llamara superficial. Se levanto de golpe tomo sus zapatos y se paro frente a él para decir algo pero en vez de eso se quedo observando su cabello dorado, su piel clara, la forma suave de sus labios carnosos y sus grandes ojos grises.
Los ojos de él se perdieron en el intenso azul de los ojos de ella, él abrió la boca para articular algunas palabras pero Sam se volvió y se iba, aquel breve instante cuando miro los ojos de él la hizo sentirse extraña, se armo de valor y miro atrás, él aun la miraba, mientras se dirigía a su casa descalza vio una chica salir y detrás de ella, sus padres, la chica tenia unos 17 años era rubia y tenia el cabello corto a la altura de la barbilla, un vestido negro sencillo a la altura de las rodillas y unas sandalias blancas.
-Hija, los padres de Ellen nos invitaron a cenar esta noche-Dijo su padre cuyo brazo izquierdo rodeaba la cintura de su madre.
-Y mas o menos ¿Donde? la única casa que conozco por aquí es la nuestra.
La chica se dirigió hacia ella y señalo una casa que estaba a unos cuantos metros de la casa de ella, no la había notado, aquellas aguas cristalinas del lago y los hermosos ojos de aquel chico habían sido toda su vista panorámica el día de hoy, aquella no tan lejana casa tenia un muelle no tan largo pero si bastante ancho a diferencia del muelle de la casa de los padres de Sam.
-Nos vemos a las 7-Ellen paso por detrás de Sam y esta se volvió y vio que se iba con aquel chico de los ojos grises, entonces supuso que era su novia.
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