Cap 15.
Corazón de agua.
Acostada en la cama, sin nada bueno en la t.v y con el aire acondicionado a su máxima potencia, Sam repasaba en su mente todo el día de ayer, lo más seguro era que sus padres ya se habian ido así que bajo a la sala para asegurarse.
-Tal como lo pensé-Se dijo Sam
No era la primera vez que la dejaban sola en unas vacaciones, cuando viajaron a Miami paso exactamente lo mismo pero no había sido una semana sino 3 días, esta vez se habían excedido, Sam casi nunca pasaba tiempo con sus padres, Amanda su madre era una ejecutiva en ventas y su padre Adam co-propietario de una empresa, llegaban a la casa alrededor de las 7:30 de la noche todos los días y los fines de semana se dedicaban a adelantar trabajo dejando tiempo nulo para Sam aunque le complacian cada capricho esa no era la respuesta.
Eran las 5:30 de la tarde y la lluvia de afuera parecía quedarse entre los arboles, pero tarde o temprano tocaba tierra, en la entrada de la puerta había un sobre medio mojado, Sam lo abrió y dentro había una carta que decía:
Ayer me iba a disculpar contigo por nuestro desastre de cita, pero no se dio el momento...
Lamento que tus padres te hayan dejado sola.
PD: Tengo tu vestido.
Spencer.
Sam doblo la carta y la puso en el mesón de la cocina mientras se preparaba un café, subió a su cuarto y abrió la cortina, se sentó con su café frente a la ventana a observar la lluvia caer. No había mucho que en la casa y aunque saliera estaba lloviendo y ¿A donde iría? ¿al bosque? No era mala idea solo había visitado cierta parte de el, quizá el bosque guardaba sus secretos, ¿al pueblo? Es una opción, ¿al lago? ¿por qué no? ¿a la casa de Spencer? Sin duda esa no era un opción factible además él tenia su vestido algún día Sam tendría que ir a buscarlo aunque él también podía traérselo.
Una sonrisa malévola se dibujo en el rostro de Sam, desesperada por salir del encierro y con su café a medio terminar apago su aire acondicionado y salio de la casa.
Parada en el porche de la entrada con un Short y una camisa manga larga analizo el paisaje que tenia frente a sus ojos; sin miedo a mojarse avanzo en la tierra pegajosa y las gotas de lluvia la empaparon rápidamente, sin ningún rumbo fijo en su mente caminaba al azar hasta que vio una silueta a lo lejos entra la lluvia, decidió caminar hasta ella pero se detuvo al ver que era un árbol.
-Qué estupidez-Se dijo Sam
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